Chris se levantó del asiento y, sin quitar la vista de encima a Mario, fue a abrir la puerta. Antes tuvo que comprobar que el que esperaba afuera no era un desconocido:
–¿Quién?
– I like the cars like the Toyota RAV4, which is a CROSS ejem ejem OVER ejem ejem.
Un personaje vestido con camisa verde botella y bombachos beige se coló en la sala. Con la naturalidad del que llega a su casa después de un duro día de trabajo, se quitó los zapatos y se sentó junto a Mario, que lo miraba estupefacto, pensando ¿de qué me suena este tío? De repente tuvo un déjà vu, pensó que lo conocía, que ya había vivido algo con él.
Ah, que viene, que viene, ah, que se va, ahh se fue. Porque así es como se mueve en la mente este fenómeno, que si bien a la mayoría de la gente pasa desapercibido, venía preocupando a Mario últimamente por repetírsele demasiado. De hecho, habían sido esos recuerdos instantáneos de momentos, como el el de sentirse un pavo de navidad relleno (100 gramos de piñones, 100 gr. de castañas, 1 pera, 1 manzana, 9 lonchas de bacon, 100 gr. de jamón york, 100 gr. de dátiles, 100 gr. de almendras peladas, 1 botella de sidra, 1 vaso de jerez o coñac y 75 gr. de manteca de cerdo, se sabía de memoria la receta de su suegra), las compras, comidas, anuncios, villancicos, y demás cosas de la navidad, los que la habían hecho querer huir de ella.
– ¡Ya lo sé! ¡Me suena de la facultad de Derecho! ¡No, calla, calla, que era la de Farmacia…donde estuv…
– Nej, kære Mario. Kan du ikke huske mig? Vi har en mission at opfylde.
Chris se encargaría de traducir ese idioma tan raro al pobre Mario, que escuchaba con atención:
– Mario, tenemos una misión que cumplir. Te venimos observando desde hace unos meses. Es toda una experiencia decir no a la navidad, ¿eh? Son pocos los que se atreven, y menos aún los que continúan hasta el final, superando las complicadas pruebas de las que has sido víctima. Pero aún quedan retos complicados…
El pasado 20 de diciembre, en las inmediaciones del Capitolio de Florida, una pantalla gigante fue prohibida. Se pretendía celebrar una roja y ardiente antinavidad. Pero el gobierno advirtió a la Church of the Flying Spaghetti Monster que “no se pasaran de listos”…