
Buenas y santas tardes de domingo, hermanos. Bienvenidos a este rincón del universo en el que impartiré mis enseñanzas con maestría y dedicación. Mi nombre es Jesús. Algunos me conocen como Jesucristo, otros como El Salvador y otros como el de las barbas que fuma de todo y se pone a contar paranoias. La realidad es que soy todos esos personajes, soy todos los hombres de buen corazón y en todos estoy, por mucho que las leyes de la física me contradigan. Y es que soy Jesús, hijo de Dios, pero Dios a la vez. Y también la Santísima Trinidad. Y la paloma ¿no? ¿O la paloma ya no? A ver; Dios es el Espíritu Santo, y la paloma… ¿Quién coño es la paloma?
A lo que voy, hermanos, que en este domingo, día Santo del Señor, que es mi papá, vengo a contaros mis andanzas por aquella época en la que estuve en la Tierra, que la verdad es que se lió parda pero parda. Los romanos por un lado, Julio César mandando, el pueblo que primero me adoraba y luego no, el tema de las cruces, que si Judas Iscariote y Judas Tadeo, y yo un lío porque no sabía bien cuál de los dos me traicionaba ¿Será el Iscariote o el Tadeo? Al final resulta que el Tadeo hizo una peli con Telecinco y fue como si me traicionaran los dos.
Como veis tengo Biblia para rato, así que idos agarrando los machos porque cada domingo impartiré mi misa particular, con moralejas y refranes populares y lo mismo un rapeo que otro, que tengo el flow por las nubes.
El próximo día os contaré, así por encima, cómo preparé el casting para los doce apóstoles. Que como todos sabéis son: Juan, Judas el normal, Judas el Traidor, Mateo, Simón (que después se hizo con una importante marca de bebidas a la que puso su nombre), Andrés, Felipe, Bartolomé, Jacobo (que al ser santo se convirtió en un delicioso aperitivo frito), el otro Simón, Matías, y Tomás, al cual apellidábamos Turbado en tono jocoso. En un principio pensé en hacer un programa llamado ‘Un príncipe para Yisus’ pero pensé que era mejor hacer algo en plan ‘Factor X’, y los doce maromos con más flow del fucking pueblo judío pasarían a ser mis esclavos discípulos. Este fue el resultado:
El domingo de la próxima semana entraré en detalles sobre esta espectacular historia de traiciones, fe, esperanza, Judas y Simones. Hasta más ver hermanos. Daos la paz los unos a los otros como yo os la he dado. Y cuidadito en los callejones oscuros.